Año: 1989
Director: Danny DeVito
Guión: Michael Leeson (Novela: Warren Adler) Intérpretes: Michael Douglas, Kathleen Turner, Danny DeVito
Calificación: No recomendada para menores de 13 años
Duración: 1h 50min
Género: Comedia negra
Tras mantener una intensa lucha por conseguir una peculiar figura en una subasta, Barbara (Kathleen Turner) y Oliver (Michael Douglas) se enamoran y pronto contraen matrimonio, momento a partir del cual la convivencia se hace realmente insoportable. Barbara pide el divorcio a Oliver pero éste se niega. Las consecuencias de dicha negación serán desastrosas, hasta el punto de que cada uno de ellos hará la vida imposible al otro.
La Guerra de los Rose es un ejemplo llevado al extremo de la coloquial frase "Te casaste, la cagaste" (o pifiaste, para no ser tan bastos). Gracias a la dirección e interpretación de Danny de Vito, lo que resultaría un auténtico calvario para cualquiera de los mortales acaba convirtiéndose en algo totalmente patético y cómico, arrancando unas cuantas carcajadas al espectador. ¡Ya! Pero poneos vosotros en el lugar de los protagonistas, ¡veréis la gracia que os iba a hacer!
A pesar de que ninguno de los dos es un santo, lo que cada uno hace al otro es una auténtica salvajada. De hecho, el personaje de Barbara llega a confesar a su por entonces marido Oliver que se sintió feliz al imaginarse que éste había muerto. Es ahí cuando se da cuenta de que quiere el divorcio.
Danny de Vito se ríe así de los problemas conyugales, contagiando al espectador y haciendo imposible no reírse ante tales desgracias ajenas (suena cruel, lo sé, pero es así). Posteriormente, este pequeño gran actor y director, nos deleitó con el film Duplex, otra comedia (¿negra?) en la que Ben Stiller y Drew Barrimore se han de enfrentar a una para nada adorable anciana que vive en el segundo piso de su recién comprado duplex. Aprovecho la ocasión para recomendarla. La primera vez que la vi me reí con ganas.
En cuanto a los actores de la aquí tratada La Guerra de los Rose, decir que no sé cómo sería la relación real entre Kathleen y Michael, pero creo que no asombraría que fuese del estilo de la que hubo entre Vivien Leigh y Clark Gable durante el rodaje de Lo que el viento se llevó. Al parecer no se soportaban. La Guerra de los Rose hubiese sido una buena opción para satisfacer sus más sádicos deseos, aunque mirándolo bien, fingir un amor tan apasionado tiene gran mérito. Además...si se eligiese a una pareja de actores que no se llevasen medianamente bien para este estilo de películas, a saber lo magullados que habrían salido del rodaje.
Así pues, y para finalizar, creo que nadie debería perderse esta película. Uno llega a quedarse anonadado con las artimañas que los dos protagonistas ponen en marcha, riéndose de lo patético (a la par que peligroso) que resulta. Está claro que no os dejará indiferentes.