Scott Pilgrim contra el mundo

¿Qué haríais si os dijeran que, para poder estar con la persona que os gusta, primero tenéis que luchar a muerte contra sus malvados "ex"? Pues esto es lo que le ocurre a Scott Pilgrim (Michael Cera) cuando conoce a Ramona, la chica del pelo fucsia que aparece en sus sueños.

Básicamente, la película gira en torno a ello. Con una estética que recuerda a los cómics y videojuegos, Scott Pilgrim contra el mundo es absurdamente estupenda. Sí, es una película absurda, pero en el sentido de que cada ex dispone de una serie de poderes especiales y cada combate se sucede como si de un videojuego se tratase. Cada vez que uno es derrotado, éste desaparece dejando en su lugar un montón de monedas que permiten al protagonista ganar vidas extra o incluso armas que le facilitan la lucha. Como podéis ver, no es un film "apto para todos los públicos", si no más bien para grupos de población cuyo nivel de frikismo oscila entre moderado y alto, entre los cuales, muy orgullosamente, me incluyo.

A pesar de que estamos en una fase en la que los superhéroes dominan la gran pantalla (cuenta de ello dan los próximos estrenos de Superman, Spiderman, X-men, Thor,...etc), los antihéroes también se están haciendo notar. Scott y compañía son un claro ejemplo de ello, igual que Hancok y Kick-Ass. De hecho, mientras estaba viendo a Pilgrim me acordé de Kick-Ass, pues aprecio ciertas similitudes entre ambas; aunque, eso sí, en la película que aquí comento los personajes parecen haber nacido dominando las artes marciales, mientras que el protagonista de Kick - Ass recibe unas buenas palizas al principio debido a su ignorancia en cuestiones de lucha cuerpo a cuerpo.

Por otro lado, decir que hay detalles muy logrados en el film. Mismamente antes de comenzar, cuando aparece el logo de la Universal, la música que lo acompaña está en formato 8-Bits (tipo Super Mario). Puede parecer algo insignificante pero yo lo considero un elemento clave para captar la atención del espectador desde un principio. Es inevitable soltar alguna carcajada al respecto. Asimismo, y durante toda la película, sonidos tales como el "ring" del teléfono, de la puerta o de los golpes, son representados mediante onomatopeyas, como si de un cómic se tratase.

Así pues, si conformáis el selecto grupo de población que anteriormente mencioné, os recomiendo encarecidamente esta película. Si no lo sois, pues...¡ahí ya depende de los gustos! Soy consciente de que algunos podrán considerarla una tomadura de pelo, pero es que hay que verla desde la perspectiva correcta. Es lo que dice la canción: ¿De qué depende? De según cómo se mire todo depende....