Mientras Duermes

Título: Mientras Duermes
Director: Jaume Balagueró
Reparto: Luis Tosar, Marta Etura, Alberto San Juan, Petra Martínez
País: España
Duración: 107 minutos
Año: 2011
Género: Thriller / terror

Tras estar completamente "missing" durante las fiestas navideñas (y todo el mes de Diciembre, en general), regreso al tajo comentando una de esas películas que tenía pendiente desde hace unos meses, y por fin he visto: Mientras Duermes.

El film nos muestra la vida de César (Luis Tosar), portero de un edificio de apartamentos que siempre se muestra amable con los inquilinos, en especial con la joven Clara (Marta Etura), habitante del piso 5ºB. Sin embargo, su buena disposición es sólo fachada, pues a César le apasiona causar daño, en especial a aquellas personas que se muestran aparentemente felices y sonrientes. Clara siempre aparece con una sonrisa de oreja a oreja,  lo que la convierte en víctima perfecta de este "frustrado" portero que puede acceder con total libertad a las viviendas de los inquilinos.

Si bien el cine español siempre generó cierta reticencia en mí, últimamente me está sorprendiendo gratamente. La temática se ha vuelto más variada (afortunadamente), dejando atrás los míticos temas de "guerra civil", "relaciones homosexuales", y "folleteo" por un tubo (lo que yo llamo "culos y tetas", vaya). De un tiempo hacia aquí ya se empiezan a ver joyas como 'Celda 211', 'Buried', o la propia 'Mientras Duermes'; eso sin contar otras que no he visto y que no pintan nada mal. 

He de decir, sin embargo, que la película aquí comentada ya partía con un punto a su favor: Luis Tosar. Desde que lo vi en 'Celda 211' me quedé prendada de él. Su trabajo es magnífico. Y en esta ocasión vuelve a hacer de "malo protagonista". Lo pongo entre comillas porque el espectador puede sentir cierta repugnancia hacia su persona, pero también simpatía. Es más, me atrevería a decir que nos cae más bien que mal; existe "un algo" en su interior que nos hace ponernos de su parte (ahora me decís que esto sólo me pasa a mí y comienzo a preocuparme). Lograr tal ambivalencia de sentimientos no lo logra cualquiera.

El film en sí es brillante. Refleja a la perfección cómo una persona, aparentemente normal y amable, puede ser capaz de cometer actos realmente crueles. Y es que esa es la virtud del psicópata: superficialmente son las personas más encantadoras que te puedas encontrar, pero su lado oscuro es abismal. De ahí que escuchemos noticias sobre asesinatos y salgan vecinos diciendo: "no comprendo que haya pasado, era un chico tan amable...". Sigue siendo algo realmente chocante, pero el fingimiento no es precisamente poco habitual en este mundo (aunque no hasta esos extremos). Con lo que respecta a César, se trata de un gran embaucador. De noche actúa cual depredador mientras que de día pone su mejor sonrisa, librándose de cualquier sospecha que sobre él pueda recaer.

Así pues, la tensión está garantizada. Aún conociendo la atrocidad de los actos de César, uno puede encontrarse murmurando "que no lo pillen, que no lo pillen", cuando la cosa se pone complicada. Y no tanto porque de pillarlo se acabaría la película, sino por lo que comenté anteriormente de la simpatía. Y es que esa parte oscura resulta tan... ¿morbosa?