viernes, 18 de marzo de 2011

El Último Bailarín de Mao


Li Cunxin es un niño que vive con sus padres en una aldea de la China comunista de Mao. Tras ser seleccionado por la delegación cultural del dictador para entrar en una prestigiosa academia de ballet en Pekín, Li deberá pasar por un duro y largo aprendizaje  de este arte. Al cabo de varios años, una compañía americana lo reclama para un curso de verano en EEUU. Las altas esferas de China aceptan la petición con entusiasmo, pero su postura cambiará cuando Li se niega a volver a su tierra.

Basada en hechos reales, El último bailarín de Mao podría asemejarse a Billy Elliot. Ambas se centran en el sacrificio y esfuerzo que uno debe hacer si quiere cumplir sus sueños. Sin embargo, una de las muchas diferencias entre ambas radica en que los padres de Li están encantados con la virtud de su hijo. Recordemos que Billy Elliot no lo tuvo tan fácil para convencer a su progenitor.


En fin, dejándonos de comparativas diré que, si no llega a ser por la chica del videoclub, creo que nunca hubiera llegado a verla. Y habría sido una auténtica lástima. Me insistió mucho en que era una gran película, y no estaba equivocada. La próxima vez que la vea le daré las gracias por la recomendación.

A pesar de los numerosos flashbacks que el film emplea, no se hace difícil de seguir. Su director, Bruce Beresford, sabe introducirlos en el momento adecuado. Al igual que sabe captar la atención del público. Compara dos culturas muy diferentes entre sí, acentuando bien la ideología comunista de China y el capitalismo americano. Esa es la gran lucha que subyace a lo largo de toda la película. No obstante...me sorprende una cosa. Supongo que la mayoría de vosotros sabréis lo duros que son los entrenamientos (al menos de gimnasia, bien rítmica o artística) en China; y si no, os lo digo yo. Desde muy pequeños, los niños son sometidos a ejercicios que podríamos calificar de auténticas torturas y el trato que reciben es de todo menos respetuoso. Sin embargo, esa es la forma que tienen de sacar a su familia adelante. Sin embargo, en  "el último bailarín de Mao", a excepción de uno de los profesores, los chicos son tratados como personas. El entrenamiento es duro, sí, pero no son denigrados hasta ese extremo. Pero que quede claro, me estoy refiriendo a los pocos profesores que salen en la película, puesto que los miembros de la embajada china en EEUU no son precisamente pacíficos.


Por otro lado, mencionar que las diferencias entre ambos países son descomunales. Chozas frente a espectaculares edificios, fiesta frente a trabajo (no digo que en EEUU no trabajen, ni mucho menos, pero si hay que  compararlo con China....), trajes caros frente a ropas deshilachadas... en resumidas cuentas, lujo frente a miseria. Y esto es algo que Li rumia siempre en su cabeza. Se queda estupefacto cuando llega a América y el director de la compañía se gasta en un día más de lo que sus padres ganan en un mes.
Y así se suceden las diversas comparativas entre ambos países...

Cambiando un poco de tema...decir que en nuestra sociedad todavía hay algunos que se quedan con cara de sorpresa cuando un hombre les dice que es bailarín de ballet. Es verdad que la cosa está cambiando, y que ver actuaciones de ballet sin la presencia del sexo masculino sería bastante sospechoso, pero todavía nos estamos acostumbrando a que nos lo digan a la cara. Imaginaos, entonces, que además nos dicen que ese chico es de origen chino. Muchos soltarían unas cuantas carcajadas. Pero, de verdad, ya quisieran bailar la mitad de bien que este joven. Realmente lo admiro muchísimo, puesto que ha luchado mucho para conseguir sus metas. 


Para finalizar, me gustaría mencionar un segundo aspecto que me ha llamado la atención. A pesar de lo que acabo de comentar con respecto a los estereotipos que tenemos, la película no se centra en ello. En ningún momento nadie se ríe de los bailarines de ballet ni los margina. Es más, son admirados y respetados, incluso siendo niños pequeños. ¿Creéis que, en nuestra sociedad, si un adolescente le dice a otro que es bailarín de ballet, éste le va a aplaudir y dar la enhorabuena? Yo más bien diría, con lo que he visto, que se convertiría en el blanco de sus burlas, recibiendo insultos que todos conocemos.

Así pues...concluyo dándole una buena nota a la película. Muchas veces estos films que pasan tan desapercibidos son una verdadera joya. Y éste, en mi opinión, lo es. Muy emotiva. Supongo que para mí ya parte con ventaja, puesto que me gusta el ballet, pero aún así, considero que es digna de ver.

3 comentarios:

Jose Luis dijo...

Ok Andrea, me ha gustado la reflexión que haces en base a la película. Si la veo te diré algo, no te prometo nada porque se me están acumulando, hoy intentaré ver Origen. ¿Sería mucho pedir que eligieras un color de fuente que hiciera más contraste? Uno ya empieza a perder la visión. Jajaja.

Andrea dijo...

jajajaajaja Vale, vale, sin problema! jajajajaja Pues ya me contarás a ver si te gusta la de Origen!!!! :D

Nayade dijo...

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