lunes, 24 de enero de 2011

Thirteen


Teniendo como protagonista a Evan Rachel Wood, Thirteen es un claro ejemplo de la influencia que los amigos tienen en plena adolescencia. Tracy es una joven de 13 años que vive con su madre y su hermano, con los que mantiene una buena relación. Es estudiosa y en el instituto no destaca demasiado. No obstante, todo cambia cuando comienza a relacionarse con Evie Zamora, la chica más popular del centro. Ésta, interpretada por Nikki Reed, arrastrará a Tracy a la mala vida, lo que acarreará desastrosas consecuencias en la hasta entonces apacible vida de la joven.

Sí, lo sé, parece otra típica película para adolescentes. No obstante, he de decir que no tiene nada de "juvenil". Es un film duro, que refleja claramente todos los cambios que pueden producirse en la adolescencia. Tal vez esté algo dramatizado, pero no me sorprendería encontrarme con casos tanto o más escalofriantes que el aquí presentado. Ciertamente, la he visto más de una vez y no deja de ponerme los pelos de punta.


Las interpretaciones, a mi parecer, son estupendas. Los actores logran con éxito llegar al público, y me atrevería a decir que lo tienen más fácil si los espectadores son padres de adolescentes. Como bien es sabido, la adolescencia es una época de muchos cambios donde las personas con las que uno se relaciona juegan un papel fundamental, pues pueden conducirnos por el camino equivocado. Me imagino que ese es el mayor temor de los padres a esa edad. ¿Qué amistades tienen sus hijos? En esta película se ve perfectamente esa preocupación en la madre de Tracy. Al principio todo va bien, hacen cosas juntas y las disfrutan. Pero en el momento en que Evie hace acto de presencia en la vida de Tracy, ésta comienza a comportarse como si nada de lo que hiciese o dijese su madre fuera con ella. La humilla, se avergüenza de ella, no deja que la acompañe... un cambio radical que descoloca, lógicamente, a su progenitora. 


Una guerra entre madre e hija cuya responsable es la "tía buena" del instituto. Son amistades peligrosas, como reza el nombre de una película y un dúo musical. No obstante, la pregunta que cabe hacerse es: ¿realmente podemos hablar de amistad, o sería mejor cambiar esa palabra por interés? Ahí que cada uno saque sus propias conclusiones, pero creo que la respuesta está más que clara.


En fin, dejando de lado un análisis más profundo (y psicológico) de la película, quiero recalcar que para nada es apta para todos los públicos. Puede parecerlo a simple vista, pero no juzguéis un libro por su portada. Obviamente, habrá a quien la temática no le resulte para nada atractiva, eso no lo discuto, pero quiero sacar de su error a aquellos que piensan que es un típico film para adolescentes sin mayor fundamento para el mundo adulto.

Creo que merece la pena verla y pensar un poco cómo serían nuestras vidas, tanto de jóvenes como adultos, si nos viésemos en esa situación.








1 comentario:

Morgan MacNeil dijo...

Estoy de acuerdo con tu crítica. Fue sin duda una película que me sirvió mucho en su momento y hoy puedo comprobar que varias cosas de esta cinta tienen que ver con la realidad adolescente, aunque muchos la tachen de exagerada.

Te invito a ver la crítica que le hice en mi blog.

Salu2