viernes, 3 de diciembre de 2010

Un ciudadano ejemplar


Diez años después del asesinato de su mujer y su hija, Clyde Shelton (Gerard Butler) decide darles el merecido castigo a los asesinos, quienes no cumplieron la pena impuesta gracias a un pacto de Nick Rice (Jamie Foxx) con el abogado de uno de  ellos. Una vez Clyde se entera de este acuerdo, comienza a planear su venganza, manifestada en una serie de asesinatos que nadie parece poder detener.

Algunos pensaréis: "¿Y necesita diez años para vengarse?". Tranquilos, que la espera está más que bien justificada. Si alguno ya vio la película me dará la razón (creo).

Me ha gustado mucho, pero ha sido otra de esas películas que deja un malestar en el cuerpo. No sé decir por qué. Es cierto que la violencia está presente en la mayor parte del film pero... hay películas más violentas que no dejan tal sensación. Supongo que dependerá de cada uno y de lo hondo que le llegue la trama.


Gerard Butler está en su línea de tipo duro. Se presenta al comienzo como un padre tierno y atento, para convertirse posteriormente en un asesino frío y despiadado. Creo que es la primera vez que lo veo hacer de "malo" (estoy recordando películas como 300, Postdata, te quiero, Exposados, Gamer,...), pero para mí, da el pego. Al principio simpatizas con él. El hecho de que pongan fin a la vida de tu familia desata una rabia difícil de contener, provocando la puesta en práctica de la Ley de Talion, ojo por ojo y diente por diente. Sin embargo, a medida que avanza la historia, uno se para a pensar: "¿realmente es necesario todo eso? ¿Tanta gente merece pagar el descuido de unos pocos?"  No existe una respuesta correcta, queda a gusto del consumidor.
A mi parecer, llega un punto en el que el espectador (al menos yo) no siente simpatía por ninguno de los personajes. Todos ellos tienen su lado oscuro. Además, en cierta manera, se produce un cruce de papeles: Clyde comienza siendo el bueno de la película para pasar a ser el malo; con Nick ocurre lo contrario; inicialmente da la imagen de abogado chaquetero pero, con el desarrollo de la historia se convierte en el "héroe" que puede poner fin a la serie de asesinatos.


A favor de ambos personajes he de decir que son muy perspicaces y analíticos. Los dos se toman su tiempo para cavilar y tratar de desempeñar su trabajo lo mejor que puedan. No se dejan llevar por sus impulsos. Son calculadores, estrategas. No obstante, llegará un momento en el que alguno de ellos deje un cabo suelto, provocando así el éxito del otro.
En mi opinión, independientemente de que la película guste o no, merece la pena pararse a pensar un poco sobre la personalidad de estos dos individuos. Me parece interesante la caracterización que han hecho.


Le doy cuatro estrellas y media, pues valoro mucho que haya logrado dejar una sensación tan fuerte en mí. Al fin y al cabo, ninguna crítica es objetiva y cada cual tendrá sus criterios para calificar una película de buena o mala. Yo digo que no es peliculón, pero la capacidad de calar tan hondo y ponerte los pelos de punta es, para mí, un criterio esencial.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Soy Alberto, el de Karate, y creo que esa sensación que comentas se debe a la frialdad del tipo y a lo truculento de algunas escenas. Verlo aproximarse con la sierrecita da mas miedo que el de Viernes 13

Andrea dijo...

Pues posiblemente...entiendes porqué me quiero dedicar profesionalmente a estudiar a estos individuos en particular? jajaja Es interesante...

CIMAFERMIN dijo...

Esta me gusto mucho,por la truculenta trama.Que malu ye el buenu